Tras un largo viaje que comenzó a las 7 de la mañana en Toledo capital, recorrimos la meseta bajo un manto blanco que nos hacía presagiar lo que podríamos encontrarnos a nuestra llegada a Andorra.
Efectivamente la nieve volvió a sorprendernos un año más hasta tal punto que nos ha impedido llevar a cabo el alquiler del material ante el riesgo de que el autobús se quedase inmovilizado en el camino.
Ante tal visicitud, nos resignamos a refugiarnos en el hotel, donde informamos al alumnado de los pormenores de las actividades de la semana, y dieron rienda suelta a su imaginación en las instalaciones del hotel y en el acceso al mismo jugando con la nieve en pijama.