Una vez más hemos cambiado de año embarcándonos en un viaje de esquí a Andorra, si bien en esta ocasión por el momento la nieve está brillando por su ausencia.
Tras un viaje que comenzó a las 7 y media de la mañana, recorriendo España de centro a este bajo un ambiente frío, pero con cielo completamente despejado, aterrizamos los 56 tripulantes en la andorrana parroquia de Ordino. El tiempo justo para el reparto de habitaciones, descarga de equipajes y desplazamiento de unos pocos kilómetros para llevar a cabo el alquiler.
Con el material en ristre, de vuelta al hotel para degustar una cena en formato buffet libre que ha dado pie al correspondiente recogimiento en las habitaciones para descansar de cara a la jornada de mañana, donde podremos disfrutar del deporte invernal a pesar del apurado estado de la nieve que nos encontraremos en las pistas balizadas.